Raúl Castro: "No me iré de Santiago hasta que tenga electricidad"
Santiago de Cuba, nov 6.- Hay frases portadoras de mensajes de todo tipo; frases que perduran en el tiempo, y que pertenecen a la categoría de los que muchos denominan como lapidarias.
Una frase de gran connotación internacional fue la escrita por Marx y Engels, en el Manifiesto Comunista, en 1848: "Proletarios de todos los países, uníos". Fue un llamado a la necesaria unidad de los trabajadores de todo el mundo en la lucha por alcanzar sus demandas sociales y políticas.
José Martí, Apóstol de la Independencia de Cuba, sembró la semilla de lo que debía ser nuestro concepto sobre el patriotismo y la solidaridad, cuando dijo en el siglo XIX: " Patria es humanidad". Idea que ha sido fuente e inspiración de la solidaridad de nuestro pueblo con otros pueblos del planeta.
Fidel expuso en su alegato "La Historia me Absolverá", las razones por las cuales jóvenes de la Generación del Centenario se lanzaron a tomar el cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953 del pasado siglo. Una disertación histórica sobre la grave situación económica-política-social que vivía entonces el país.
Y hace unos días, el presidente cubano Raúl Castro Ruz, sin pretensiones de desborde internacional, y sí con una convicción profunda, digna de imitar, declaró que "No me iré de Santiago hasta que tenga electricidad", en medio de la devastación que provocó aquí el paso del reciente huracán.
¿Cómo interpretar este mensaje, precisamente en un momento significativo para Santiago de Cuba y los santiagueros?
Este es un ejemplo de la preocupación y atención que debe estar presente, en cumplimiento de su deber, en todo dirigente político o directivo de la administración, que no siempre hacen lo que deben en cuanto al sagrado deber de velar por los bienes que el Estado ha puesto bajo su custodia y dirección.
Más que un reto a los trabajadores del sector eléctrico y la confianza en la capacidad de estos para superar la destrucción causada a las redes eléctricas por el meteoro, con todo lo que afecta la vida del territorio; debemos verlo como un gesto hermoso y de lealtad del Presidente Cubano; como un acto de identificación con su pueblo; y como una decisión de humana solidaridad con los santiagueros.
Nos queda responder a ello trabajando duro, con disciplina y organización; contribuyendo con nuestro esfuerzo a la recuperación de un Santiago, que es recuperarnos nosotros mismos, y que siga siendo la Cuna de la Revolución y un baluarte indestructible de la Patria.
Este momento difícil, como otros que hemos vivido, pasará. Santiago es Santiago, pese a temblores y huracanes. Y más temprano que tarde, recordaremos esta frase solidaria de Raúl como parte de nuestra historia.
Por: Rafael Carela Ramos, Periodico Sierra Maestra
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